La batalla eterna entre Locura y Razón se lucha en los espacios infinitesimales de cada mente. Todos los Sardnevs del mundo viven en la ausencia de vencedor.
lunes, 8 de octubre de 2007
La navaja (Madrid, febrero de 2004)
La batalla eterna entre Locura y Razón se lucha en los espacios infinitesimales de cada mente. Todos los Sardnevs del mundo viven en la ausencia de vencedor.
Sin número (Madrid, noviembre de 2003)
Leonor, buscando orden, llegó al convento. ¿Cuándo fue que el orden se volvió demasiado? ¿Cúando despertó la loca entre los números perfectamente ordenados?
Aurora innoble (Madrid, octubre de 2003)
Hay cosas que sólo son presente. Que nunca comenzaron y nunca terminarán, y aún así duran sólo un instante. Para ellas no existe el orden natural de las cosas.
Los amores torpes (Madrid, octubre de 2003)
Dos grúas no pueden abrazarse en mi memoria, mientras ese hombre del autobús se desespera en el móvil, y una loca grita. Algo no está bien. Algo se equivocó.
jueves, 4 de octubre de 2007
El hombre de las fotografías (Madrid, octubre de 2003)
¿Cómo saber qué aspecto tendrá el mundo cuando ya no estemos en él? ¿Cómo será el bar, el parque, la calle por la que pasamos cada día? ¿Cómo saber qué cambiará con mi marcha?
ROOMS (Playa de Langre, Cantabria, agosto de 2003)
¿Y si el sueño finalmente se presenta? ¿Y si lo que anhelamos, nuestro deseo, se materializa ante nosotros, y sólo tenemos que alargar la mano para cogerlo? ¿Qué haremos entonces?
Las marcas (Madrid, junio de 2003)
Para unos el pasado es el instante que acabó con todo lo demás. Para otros el presente es un orden inmutable. Para todos... para todos los días son tan difíciles...
El autista y las nubes (Madrid, junio de 2003)
El autista contempla el mar en una playa desierta. Por siempre contempla el mar sin moverse, sin hacer un sólo gesto. Y sin embargo, una nube se aproxima...
Anoche (Madrid, primavera de 2003)
Qué hermoso perderme anoche en tu cuerpo, y encontrarme con tu alma en el camino, cuando ya no sabía si tus temblores eran tuyos o míos. Qué hermoso anoche, cuando te amé. Qué hermoso.
El sueño de Ania (Madrid, primavera de 2003)
El tedio de una tarde de verano en la piscina. En la pesadez del calor y el olor a cloro, quedarse dormido mientras se escribe. Soñar. Ania también sueña en su casa de Varsovia, y todo son reflejos...
Destinos (Madrid, marzo de 2003)
Había una vez un hombre que murió por casualidad. Él sufría, gozaba, odiaba, sentía... Pero al final murió por casualidad. O quizá porque la casualidad no lo evitó. O quizá porque la Casualidad quisó jugar a ser Destino...
Me quedo con tus ojos (Varsovia, marzo 2003)
Los ojos de una mujer, y sobre todo la mirada que ellos materializan, es la entrada a un abismo que recoge el universo entero. Y siempre es difícil dejar atrás un universo.
La gallina y el Empire State (Madrid, febrero de 2003)
En la capital del mundo moderno, en el corazón de todas las ciudades, un hombre persigue a una gallina. Un hombre sin nada persigue una gallina. Pero ésta no es fácil de atrapar...
No hay trenes (Madrid, invierno de 2003)
Es curioso ver a la gente correr detrás de los trenes. ¿Tanto se pierde si se pierde un tren? Claro, que aún más curioso resulta si se corre detrás de trenes en un país donde no existe el ferrocarril...
Las preguntas (Madrid, diciembre de 2002)
Matar es fácil. Terriblemente fácil. Un gesto. Un pequeño movimiento. Pura mecánica. Pero para conseguirlo hay que negar la propia mente. Algo muy difícil. Afortunadamente.
Cristales (Madrid, diciembre de 2002)
¿Quién o qué es la imagen que nos espera tras el cristal, que nos observa y a su vez se pregunta sobre nuestra identidad de observadores?
¡Don Sixto se muere! (Madrid, noviembre de 2002)
Este relato me trajo de cabeza durante algunos días. Un relato de humor. Debía ser un relato en tono de humor. Aquello escapaba a mis posibilidades. ¿Qué mejor motivación? Empecé a darle vueltas, lo reescribí cien veces en mi cabeza, decidí cambiar mi estilo habitual... Algún testigo tengo por ahí de la pequeña "obsesión" que yo mismo me cree. ¿Y al final? Bueno, digamos que de humor no salió, como era de esperar, pero sí que creo que al menos provoca una pequeña sonrisa, aunque sea acompañada de una lágrima. Lo que más recuerdo del tiempo que pasé escribiendo este relato, es que cuando me sentaba delante de las hojas en blanco, las frases salían solas. En definitiva: lo ideé a trompicones, pero lo escribí de un tirón. Y creo que no quedó mal del todo...
RELATO GANADOR DE LA VII EDICIÓN DEL CERTAMEN "LA PLUMA EXACTA", AÑO 2003.
Cosa curiosa es la razón, que cuando nos empeñamos en usarla a ultranza, en llevarla hasta sus últimas consecuencias, suele desembocar en los mayores absurdos.
Mariposa nocturna (Madrid, noviembre de 2002)
Lo cierto es que cuando escribí este relato pensé que me había salido un "miniculebrón" de lo más televisivo. Una especie de "tragedia-genera-lágrimas-fáciles" de lo más trivial. De hecho, es que la historia está de lo más trillada. Sin embargo, la gente que lo leyó en un principio pareció opinar de un modo diferente. Cierto que la historia no destacaba por ser precisamente original, pero me decían que la forma de contarla, que el enfoque adoptado, que el juego narrativo con la mariposa en el relato le hacían ser mucho mejor de lo que el argumento hubiese podido indicar en un principio. Quién sabe. A lo mejor tenían razón. Yo, que aún sigo pensando (aunque ahora con más reticencias) que esto no es más que un culebroncito mono, me he inclinado al final por pensar que, quizá, las cosas de las letras casi nunca son tan triviales como parecen...
RELATO GANADOR DEL SEGUNDO PREMIO EN EL CONCURSO DE RELATO DEL CLUB IBERIA 2004
Un insecto entra por una ventana una noche. Un simple insecto. Con obsesiones, anhelos, tristezas, recuerdos... Un insecto, en definitiva. Un simple insecto.
Ácrono sin destino (una tragedia casi griega) (Madrid, finales de octubre de 2002)
¿Qué les ocurre a los hombres que intentan cambiar su destino, a los que no se conforman? ¿Le gustará al Destino que alguien intente desafiar su infalibilidad?
La persiana (Madrid, octubre de 2002)
Qué mala cosa que te invadan la intimidad. Peor, qué mala cosa que exista la posibilidad de que alguien pueda invadirla. Qué desconcertante. Debería poder cerrar esa persiana...
Bichitos (Madrid, principios de octubre de 2002)
¿Quién no se ha pasado tardes enteras buscando culpable cualquier cosa que le distrajese de una labor poco apetecible, tediosa? Llámese falta de concentración. Llámese buscar...
Caudal oscuro (retrato de un cuadro) (Madrid, septiembre de 2002)
Hay momentos en la vida de las personas tan especialmente dramáticos, que sólo podemos verlos en nuestra memoria con los colores de los sentimientos que nos inspiraron.
Recursión (Madrid, agosto de 2002)
La vida va pasando, y parece comportarse a veces como una fórmula matématica, donde dándole valores a la variable edad podemos descubrir tantas cosas...
El idilio inquebrantable de mi amigo Antonio (Madrid, primavera de 2002)
¡Qué hermoso es el amor profundo, verdadero y, sobre todo, a distancia! ¡Qué indestructible la fantasía del ser amado y del enamoramiento sin átomos! Qué... fantasía.
Tartán (Madrid, abril de 2002)
Los sueños son aquel lugar eterno donde nos refugiamos de la realidad. Aunque en ocasiones es la realidad la que viene a rescatarnos de nuestros propios sueños...
Lancelote (Lanzarote-Madrid, agosto de 2001. Revisado en noviembre de 2002)
Si hay un lugar donde se realice el contrabando entre el cielo y el infierno, ese es sin duda la isla de Lanzarote. El rincón donde ángeles y demonios parecen darse la mano, aprisionando almas en el embite.
Te esperaré (Madrid, septiembre de 2000)
¿Incertidumbre? (Madrid, octubre de 1999)
La despedida (octubre y noviembre de 1998)
El viejo y la muerte (septiembre de 1996)
Mirar atrás en el lento escenario de un pueblo. Mirar y ver que la desembocadura está cerca, pero que el camino fue animoso y fuerte. Y aún lo es.