jueves, 4 de octubre de 2007

El idilio inquebrantable de mi amigo Antonio (Madrid, primavera de 2002)

Es éste un relato ligero, escrito con cierta ironía, quizá, o mejor, con una sonrisa medio pícara, de burla condescendiente ante la ingenuidad... Qué sé yo. El caso es que encaja muy bien en ese tono "fermoso y florido" que suele suponérsele a la primavera. En fin, supongo que, recién terminada mi tesis doctoral, yo mismo me sentía ligero, o más bien "aligerado", y no estaba para tormentos ni desgarros de ropa demasiado serios ;-)

¡Qué hermoso es el amor profundo, verdadero y, sobre todo, a distancia! ¡Qué indestructible la fantasía del ser amado y del enamoramiento sin átomos! Qué... fantasía.


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