jueves, 4 de octubre de 2007

La despedida (octubre y noviembre de 1998)

Hace unos meses alguien me dijo que esto que yo hacía en textos como el presente era algo así como "prosa poética". Lo cierto es que me quitó un peso de encima, pues hasta el momento yo lo catalogaba de rareza, sin más: algo demasiado soso para ser poesía pero también demasiado floreado como para considerarse prosa. Lo que no ha cambiado es el gusto que siento haciendo textos como éste. Son los que saco de más adentro.

Y llegó el momento de marcharse. Aquel verano maravilloso terminaba, y tenía que dejar la ciudad. Esa urbe magnífica de la que me enamoré. Imposible olvidarla.

No hay comentarios: