jueves, 4 de octubre de 2007

Otoño (Madrid, abril de 1996)

Este relato supuso un punto de inflexión importante en mi aprendizaje como escritor (aunque esta palabra me viene un poco grande): fue el primero que realicé tras leer un par de libros que me influyeron muy especialmente. Uno de ellos "La sonrisa etrusca", de José Luis Sanpedro, en cuyas páginas aprendí que se podía desnudar un alma en la simplicidad de lo cotidiano. El otro, y quizá más importante para mí, fue "El cuento de nunca acabar", de Carmen Martín Gaite. Este libro me ensenó lo que significa la literatura, la belleza intrínseca que tiene el hecho de narrar una historia.

Una historia... La historia de una persona capaz de catalizar las almas. La historia que de nuevo nos advierte de que el otoño hará caer las hojas.

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